En cuanto llega mi tío abuelo nos sentamos todos a comer. Yo me sirvo doble estofado y no tanto por el guiso sino para poder comer más tortillas. La masa blanca del maíz del ejido es una maravilla. ¡Con razón los pueblos originarios decían que el maíz era un dios!
— Cuando hicimos un fandango por Ana Zarina Palafox (Página 30)
El libro habla de la visa cotidiana del pueblo en un tono muy ameno.










